El vicepresidente del BCE advirtió que la Eurozona podría haber entrado en recesión
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, advirtió este miércoles que existe la posibilidad de que la Eurozona entró en una recesión técnica “en la segunda mitad de 2023”, y señaló que las perspectivas a corto plazo son “débiles”.
“La actividad económica en el área del euro se ralentizó ligeramente en el tercer trimestre de 2023. Los indicadores apuntan también a una contracción económica en diciembre, confirmando la posibilidad de una recesión técnica en la segunda mitad de 2023 y perspectivas débiles para el corto plazo”, afirmó De Guindos en un evento en Madrid.
El número dos del BCE indicó que la ralentización en la actividad se estaría dando en gran parte de la economía, particularmente en la construcción y la industria manufacturera.
En el tercer trimestre los 20 países que utilizan al euro como moneda promediaron una caída del 0,1%.
En caso de registrar otra contracción en el cuarto trimestre la Eurozona entraría en una recesión técnica, según la definición tradicional del concepto.
La situación entre los países varía: Francia anunció que su producción industrial aumentó 0,5% en noviembre tras tres meses de caída, lo cual otorgó optimismo de que podría evitar una contracción.
En cambio, en Alemania el sector de la construcción nunca estuvo tan pesimista desde 1991 ante la escasez de pedidos, según un sondeo publicado por el instituto económico IFO y citado por la agencia de noticias DPA.
Tras la escalada de precios motivada por el fin de la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania, con una inflación que llegó a un pico de 10,6% en 2022, el BCE aplicó 10 subas consecutivas en las tasas de interés, equivalentes a 450 puntos básicos.
Esto llevó a que el índice de precios comenzara una tendencia a la baja, alcanzando 2,9% el mes pasado, aunque, al mismo tiempo, enfrió a la economía.
De Guindos destacó el “proceso desinflacionario que ganó velocidad en la segunda mitad de 2023”, e indicó que el actual nivel de tasas “si se mantiene por el tiempo suficiente, hará una contribución sustancial al retorno de la inflación a la meta de 2% anual”.
“Sin embargo, las altas presiones en los salarios y la intensificación en las tensiones geopolíticas agregan incertidumbre sobre el camino futuro de la inflación. El ritmo de desinflación que vimos en 2023 posiblemente se ralentice en 2024 y se pause temporalmente al principio del año”, explicó.
En esa línea, no descartó breves incrementos en los próximos meses por los efectos de base y el recorte de los subsidios energéticos aplicados por la guerra en diversos países.
En cuanto al mercado laboral, el funcionario destacó el mínimo histórico de 6,4% que alcanzó la tasa de desempleo en noviembre último, aunque advirtió que se están observando “los primeros signos de una corrección”.
“Los últimos datos mostraron la primera caída desde fines de 2020 en el total de horas trabajadas. La continua caída en las tasas de vacancia sugiere que el ajuste podría pesar en el número de empleos”, detalló.
Concluyó que la política realizada por el BCE en cuanto a tasas “fue clave para prevenir un desanclaje de expectativas”, y valoró el acuerdo alcanzado por los países de la Unión Europea (UE) en cuanto al tope de déficit y endeudamiento.
“El marco reformado permitirá un balance entre finanzas públicas sustentables y reducción de deuda, por un lado, y por el otro, espacio para reformas e inversión, además de políticas fiscales contracíclicas”, señaló De Guindos.