Atraso cambiario, retenciones, inflación y deudas: tormenta perfecta para el agro

Quita de retenciones, fin de restricciones y reglas claras: los pedidos del campo a Milei

Es uno de los sectores productivos que más apoyó a Milei en las elecciones y en su primer año de Gobierno. Pero pese a la sintonía ideológica, las condiciones reales están empezando a complicar la relación y las perspectivas futuras del campo.

De todas las castas beneficiadas por la administración de Javier Milei hay una que suele ser la más mimada por casi todos los gobiernos: el complejo agropecuarioMás allá de los enfrentamientos ideológicos y políticos, los distintos gobiernos siempre protegieron al sector con créditos blandos, dólar diferencial, baja de impuestos y programas frente a crisis climáticas, entre otras medidas que no incluyan retenciones. Sin embargo, esta administración libertaria puso realmente contra las cuerdas a los productores agropecuarios, especialmente a los pequeños; aunque esta semana se haya conocido el default del grupo Los Grobo, uno de los más grandes del país.

Un país que se encarece en dólares deja de ser competitivo en los términos de intercambio. Esto es así sin importar la teoría más estrafalaria que se le ocurra a Milei presentar para asegurar otra cosa. Por eso, este año cierra con un bajo nivel histórico de exportaciones e ingreso de divisas, solo superando al año pasado en medio de la sequía.

“En noviembre 2023 un chacarero vendía 1 tonelada de maíz y compraba 350 litros de gasoil. Hoy vende lo mismo pero solo puede comprar 163 lts, menos de la mitad. Aumentaron los insumos, siguen las retenciones, subieron los impuestos. ¿Se entiende por qué el campo está en crisis?”, es el ejemplo que compartió en la red X (ex Twitter) el diputado entrerriano y ex secretario de Agricultura Juan José Bahilo.

Los productores que tienen espalda financiera retuvieron parte de la cosecha en silobolsas, presionando aún más en el tipo de cambio. Los que no pueden esperar tuvieron que vender sus granos a un dólar poco rentable para comprar insumos que, pese al atraso cambiario como ancla inflacionaria, se siguieron encareciendo. Lo que se avecina es una tormenta perfecta que impactará de frente al sector, con un dólar no competitivo, una inflación que se mantiene -controlada pero latente-, un nivel de endeudamiento alto aún en moneda dura, sin eliminación de impuestos y con quita de subsidios.

En medio de su pulseada con el Gobierno para se cristalice la promesa de devaluación o retenciones, el agro liquidó 25.090 millones de dólares, apenas un 27 por ciento por encima del piso que dejó el año pasado la sequía. Durante diciembre las empresas del sector liquidaron la suma de 1.966 millones de dólares, implicando un 58 por ciento mayor en relación al mismo mes del 2023, así como una baja del 1,6 por ciento en relación a noviembre de 2024, señala la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

Sin rentabilidad no hay paraíso

El dólar planchado, la suba especulativa de acciones y la baja temporal del riesgo país no alcanzan a mejorar la rentabilidad empresaria, incluso de los grandes grupos económicos. El atraso cambiario y la inflación resultante en moneda dura desincentiva la liquidación de divisas de los exportadores de granos, mientras crecen las dudas sobre la futura siembra por los ajustados márgenes operativos en que operan en el contexto actual. En el caso de los productores que tienen que alquilar el campo, la rentabilidad es directamente negativa y no es negocio producir.https://d-1498024649503241742.ampproject.net/2410292120000/frame.html

Hace dos años los márgenes eran positivos y elevados en la mayoría de los cultivos hasta que “la cosecha argentina sufrió uno de los mayores golpes por la falta de agua”. A fin de comparar se observa que para campo propio octubre de 2022 mostraba casi el doble de margen respecto a octubre de 2024 para todos los cultivo, incluso con campo alquilado “Hoy se apunta a superar los 45 qq/ha para tener margen”, coinciden en señalar los ingenieros y productores en las encuestas por la Bolsa rosarina,

Se trata de un rinde elevado el necesario para cubrir los costos, donde el alquiler representa más de la mitad (hace un año equivalía a un tercio). Para tener una vara con qué comparar, el promedio del rinde de la soja de primera en las últimas cinco campañas fue de 33 quintales por hectárea. Y los cinco años anteriores el promedio, con cotizaciones de granos en niveles altísimos, el promedio había sido de 40 qq/ha.

La soja, principal producto exportable, exhibe un margen que no supera los 300 dólares por hectárea en campo propio y es negativo en campo alquilado, de acuerdo con el relevamiento realizado por la Bolsa de Cereales de Rosario (BCR). Los magros números se dan pese a que se esperan buenas condiciones para la siembra de la oleaginosa. “En el comienzo de noviembre, las precipitaciones continuarán presentes con buena cobertura pero con registros inferiores a los recibidos en los últimos treinta días”, señala el informe.

Para los dueños de la tierra la actividad sigue siendo lucrativa -aunque menos que hace apenas un año- y por eso aún las críticas al gobierno de Javier Milei continúan siendo muy solapadas. La crema del negocio se la quedan los grandes grupos exportadores de siembra que son dueños de los campos. Los principales pooles de siembra, un puñado de 15 grupos empresarios, detentan un estimado de 1,6 millones de hectáreas, con superficies promedio superiores a las 100 mil hectáreas en cada caso.

En el cierre del año los balances hablaron por los dueños del agronegocio. Este lunes Los Grobo Agropecuaria y Agrofina, controlada por la primera firma, dejarán de cancelar distintos pagarés, una decisión que sorprendió al mercado financiero el viernes último. Entre ambas compañías, deberían abonar 10 millones de dólares hasta el 31 de marzo de 2025.

En el 2025 tampoco despeja

Las especulaciones acerca de una posible guerra comercial entre los Estados Unidos y China, mantiene atento a los operadores de soja en Chicago y, por carácter transitivo, a los productores agropecuarios argentinos. La venta de soja argentina se potenció en los últimos años a partir de una mejor situación de la población china, la cual cuenta con un mayor acceso al consumo de carne de cerdo.

La mayor ingesta de proteína animal impulsó la producción china de cerdo y, como el animal es alimentado a base de soja, la venta argentina de oleaginosos a ese país, principal mercado de destino, se vio apuntaladas hasta niveles históricos. Por lo tanto, una caída en la producción porcina en China podría sumarle otro dolor de cabeza a los productores locales.

Esta beligerancia, en la que el principal demandante mundial de soja reduciría sus compras, profundizará la caída de precios, mientras el complejo oleaginoso argentino retiene parte de su cosecha aún a la espera de mejores cotizaciones internacionales y de un tipo de cambio “más favorable” para el sector. A esto se suma la apreciación del dólar que abarata los comodities. “A esto se agrega que se esperan buenos niveles de oferta en Estados Unidos y en el resto de los principales países productores, lo cual ha redundado en un panorama de sólida tendencia bajista para la oleaginosa en el último tiempo”, agrega la Bolsa rosarina.

En el plano local, el mercado prevé una cosecha de granos austera en dólares y en términos de recaudación para el año próximo. Las cifras del sector reconocen incluso que del potencial de ingresos tributarios por el nivel de exportación de granos declarado este año el complejo agropecuario adeuda aún pagar el 30 por ciento. En resumen, el agro no es ni será puntal financiero del Gobierno, sino que seguirá siendo el endeudamiento con el mercado y organismos de crédito internacionales la única fuente de dólares del esquema Caputo-Bausili.

El Presupuesto presentado por el Gobierno prevé un aumento de 9 por ciento en las exportaciones y de 37,6 por ciento (en términos nominales) de la recaudación. Pero un informe de la Bolsa de Cereales, por la caída en los precios internacionales la exportación de granos será casi similar a la de este año, que ya es históricamente baja; mientras en el sector insisten en la exigencia de una baja de retenciones. De acuerdo con las estimaciones del mercado, el sector agrícola generaría 30.568 millones de dólares en exportaciones en la campaña 2024/25, apenas 292 millones más que el ciclo previo, cuya cifra estimada es de 30.276 millones.

La caída en los precios, junto con costos de los insumos que no se movieron de forma proporcional, afectó los márgenes brutos, con un deterioro del 26 por ciento a nivel nacional en comparación con el ciclo anterior.