Para los especialistas, la reforma electoral de Milei es mala y «privatiza» la política

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Si bien los consultados por Tlam reconocieron algunos problemas que tiene el actual sistema electoral argentino coincidieron en que las modificaciones que propone el Presidente plantean nuevos problemas
Si bien los consultados por Télam reconocieron algunos problemas que tiene el actual sistema electoral argentino, coincidieron en que las modificaciones que propone el Presidente plantean nuevos problemas.

El proyecto de ley ómnibus enviado por el presidente Javier Milei al Congreso contempla una reforma política que incluye modificaciones en el sistema de elección de los diputados, en el financiamiento de los partidos políticos y la derogación de las PASO, cambios que representan, según distintos especialistas, «malas soluciones» a problemas existentes y una suerte de «privatización» de las campañas electorales.

La iniciativa, compuesta por 664 artículos que abarcan unas 351 páginas, «propone malas soluciones a problemas que son reales», analizó en declaraciones a Télam el exjefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, impulsor en 2009 de una reforma política que, entre otros aspectos, instituyó las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) como mecanismo de elección de los competidores en los comicios nacionales.

«A más de una década de su implementación, las PASO presentan grandes problemas. Uno de ellos es que están planteadas en fechas muy lejanas a las elecciones nacionales. Sin embargo, en lugar de mejorar ese aspecto, Milei decidió eliminarlas», evaluó Abal Medina, profesor titular de la materia «Sistemas Políticos Comparados» en la carrera de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.

«A más de una década de su implementación, las PASO presentan grandes problemas. Uno de ellos es que están planteadas en fechas muy lejanas a las elecciones nacionales. Sin embargo, en lugar de mejorar ese aspecto, Milei decidió eliminarlas»Juan Manuel Abal Medina

Abal Medina consideró también que el establecimiento de un sistema de elección de diputados nacionales con base en circunscripciones uninominales procura reemplazar un mecanismo fijado por medio de un decreto firmado a comienzos de la década del ’80 por el entonces dictador Reynaldo Bignone.

Aquella decisión definió en 254 -a los que se sumaron tres en representación de Tierra del Fuego en 1991- la cantidad de diputados que integrarían la Cámara, tomando en cuenta el censo de 1980.

Sin embargo, el exjefe de Gabinete (2011-2013) opinó que el método con el que busca ser reemplazado, que se trata de «una copia del sistema estadounidense, pone en riesgo la representación de las fuerzas minoritarias», a tal punto que hace dos años, en los comicios legislativos, «Milei no hubiera sido electo diputado» con ese sistema.

En efecto, el proyecto de ley establece en el artículo 443 de «Circunscripciones uninominales» que, de aprobarse -requiere para eso contar con la mayoría absoluta del total de los miembros de cada Cámara, según la Constitución-, «los diputados nacionales serán elegidos directamente por el pueblo de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que se consideran a este fin como distritos electorales de un solo Estado».

Así, cada distrito se dividirá en un número de circunscripciones igual al número de diputados que se eligen y «cada elector votará solamente por una lista integrada por un candidato titular y un candidato suplente que deben ser de diferente género». El sistema, así, deja sin efecto la llamada «lista sábana» de candidatos, en la que suelen ser conocidos los primeros candidatos de la nómina de postulantes, pero no tanto los restantes.

El proyecto indica en uno de sus artículos que el número de diputados nacionales a elegir será de uno por cada 180.000 habitantes o fracción no menor de 90.000, con lo cual se modifica lo que se fijaba hasta ahora, que era un diputado por cada 161.000 habitantes o fracción no menor de 80.500.

Además, al modificar el número de representación de los diputados que se postulen, otro de los artículos de la normativa señala que «la división de los distritos en circunscripciones será efectuada por el Poder Ejecutivo Nacional» sobre la base del Censo de 2022.

El Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICaD) analizó que, «en cuanto al peso político» que tendrá cada distrito con la reforma, la provincia de Buenos Aires aumentaría su representación «sustancialmente» (de 70 a 97), tanto que llegaría al 40 por ciento de la composición total de la Cámara. En tanto, la ciudad de Buenos Aires dejaría de ser el segundo distrito para pasar a ser el cuarto. Por su parte, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Tucumán, Salta y Misiones tendrán una mayor representación, mientras que el resto de las provincias sufrirá una merma de legisladores.

«En un contexto político y social tan fragmentado como el argentino, este sistema motiva la competencia bipartidista por sobre los partidos más pequeños», opinó en declaraciones a Télam el politólogo Marcelo Leiras, investigador del Conicet, especialista en política comparada y director de la Maestría en Administración y Políticas Públicas de la Universidad de San Andrés.

Además, al establecerse en la iniciativa que las listas de candidatos se integrarán con un candidato titular y un suplente, «los cuales deberán ser de diferente género», se pone en riesgo la vigencia de la Ley de Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política, que establece como requisito para la oficialización de listas de senadores y diputados nacionales la obligatoriedad de ubicar de manera intercalada mujeres y varones desde el primero hasta el último candidato suplente.

«En un contexto político y social tan fragmentado como el argentino, este sistema motiva la competencia bipartidista por sobre los partidos más pequeños»Marcelo Leiras

«Con la elección por circunscripción (se) eliminan el cupo femenino y la representación de la minoría. Se puede dar el caso de una Cámara de Diputados con 100% de hombres y 100% de representantes de un mismo partido», advirtió, al hacerse eco de la reforma, el diputado nacional del Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad (FIT-U) Christian Castillo desde sus redes sociales.

Entre las crticas a los cambios se encuentra la falta de paridad de gnero en las listas Foto Alejandro Moritz
Entre las críticas a los cambios, se encuentra la falta de paridad de género en las listas / Foto: Alejandro Moritz.

Para el politólogo Diego Reynoso, investigador del Conicet y director de la Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública (ESPOP), que sea el Ejecutivo el que establezca el trazado de los distritos en los que se dividiría una provincia al momento de una elección puede ser objeto de una manipulación que beneficie a un partido por sobre otro.

Reynoso dijo a Télam que un sistema como el que propone Milei solo se implementa en Panamá y, en parte, en México, donde, sin embargo, rige un mecanismo «mixto» de elección de los legisladores.

En función del resultado de los últimos comicios, Reynoso evaluó que la puesta en marcha de un sistema como el incluido en la llamada ley ómnibus «perjudicaría en algunos distritos al PRO y a la Unión Cívica Radical (UCR), y solo beneficiaría, eventualmente, al peronismo y a La Libertad Avanza (LLA), aunque en ese caso si obtiene números similares como los de la última elección».

Ante eso,el director de la ESPOP mencionó que la aprobación de esta modificación en el Congreso «puede ser difícil» para Milei.

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